Tengo copa y no soy árbol,
tengo alas y no soy pájaro;
protejo del sol a mi amo,
en invierno y en verano.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Se pone para dormir, aunque no es un camisón, puede ser de lana, seda o algodón.
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
Dos guaridas cálidas con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
Dos hermanitos muy igualitos, en llegando a viejecitos abren los ojitos.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
Colgada voy por delante y al hombre hago elegante.
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
Mi ser por un punto empieza, por un punto ha de acabar, el que mi nombre acierte sólo dirá la mitad.