Te lo digo y
no me entiendes,
no tengo boca y
si tengo dientes
más adivinanzas de cosas de la casa...
Un animalito con cuatro dientes, que nos trae comida muy diligente.
Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.
Al nacer fui maltratada, mi dueño me tiene amor, y aunque soy mujer honrada, me suele tener atada y con guardas mi señor.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Yo tengo calor y frío, y no frío sin calor, y sin ser ni mar ni río, peces en mí he visto yo.
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?