Soy una hierba trepadora y altanera
que cubro más una pared que una pradera
más adivinanzas de arboles y plantas...
Aunque es madre nunca ha parido, aunque es selva nunca dio abrigo; nace y no sabe andar pero enseguida se pone a trepar.
Giro mi cuerpo ante el sol, por ser mi dueño y señor.
¿Qué es, qué no es? Está en el jardín, también en tus pies.
Verde fue mi nacimiento, amarillo mi vivir, en una sábana blanca me envuelven para morir.
Soy un árbol frondoso que da buen fruto pero cuando oyen mi nombre dicen que hurto.
De mi tronco herido sacan la resina. En las piñas guardo todas mis semillas.
Dime tú que cosa maja. Cuanto más crece más baja.
Está en el edificio, también en la maceta, la llevas en el pie, la coges en la huerta.
Verde me crié, negro me volví, ahora me visten de blanco, para poderme vender.
Mi nombre es de peregrino y tengo virtud notable, me encuentras en los caminos y mi olor es agradable.