Soy liso y llano en extremo,
y, aunque me falta la voz,
digo en su cara a cualquiera
la más leve imperfección;
contesto al que me pregunta
sin lisonja ni aflicción,
y si mala cara pone,
la misma le pongo yo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Yo tengo calor y frío, y no frío sin calor, y sin ser ni mar ni río, peces en mí he visto yo.
Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana.
Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta.
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.