adivinanzas para niños

Sólo tres letras tengo
pero tu peso yo sostengo.
Si me tratas con cuidado,
te llevaré a cualquier lado.

 

más adivinanzas del cuerpo humano...

Pozo hondo, soga larga, y si no se dobla no alcanza.

Atrás panza y delante espinazo, aciértamelo pedazo de ganso.

Al revolver una esquina me encontré con un convento, las monjas vestidas de blanco, la superiora en el centro, más arriba dos ventanas, más todavía un par de espejos y en lo más alto la plaza donde pasean los caballeros.

Guardada en estrecha cárcel por soldados de marfil, está una roja culebra, que es la madre del mentir.

Tengo un tabique en el medio y dos ventanas a los lados por las que entra el aire puro y sale el ya respirado.

A muchos se lo suelen tomar si antes no se ha ido a pelar.

Entre dos murallas blancas hay una flor colorada, que con lluvia o con buen tiempo, está siempre bien mojada.

Porque no se caiga pagan, pero, si se cae, nadie se agacha a recogerlo.

Parecen persianas, que suben y bajan.

Dicen que son de dos, pero siempre son de una.