Es delgada y muy picante.
¡aciértalo cuanto antes!
Un palo muy triturado,
para que la gente le eche,
al blancuzco arroz con leche
o al riquísimo helado.
Hilillos como cabellos
finitos y rojos son,
se echan en la paella
y le dan muy buen color.
Tiene dientes
y no come.
Tiene cabeza
y no es hombre.
Tengo rabo y no soy perro,
también cabeza y no pienso,
tengo dientes y no muerdo.
Tengo cabeza redonda,
sin nariz, ojos ni frente,
y mi cuerpo se compone
tan sólo de blancos dientes.
No toma té,
ni toma café,
y está colorado,
dime ¿quién es?
Un señor gordito,
muy coloradito;
no toma café,
siempre toma té.
Rabo tiene,
raba no,
y ya te lo he dicho yo.
Pi, pi, cantan los pájaros,
miento y digo la verdad;
por muy listo que seas,
creo que no acertarás.
Si te digo: tres, catorce
y, además, digo mentiras,
¿es planta que tú conoces?
Soy una loca amarrada
que solo sirvo
para la ensalada.
Tengo vaina y no soy sable,
el que lo sepa, que hable.
Dentro de una vaina voy
y ni espada ni sable soy.
Col, col, colera;
flor, flor, florera:
si estamos juntas,
¿Qué planta apuntas?
Col es parte de mi nombre,
mi apellido es floral,
mas si lo quieres saber
a la huerta has de marchar.
Me abrigo con paños blancos
luzco blanca cabellera
y por causa mía llora,
hasta la misma cocinera.
Pelo verde,
barba roja,
se deshoja
y comienza tu congoja.
Vive bajo tierra,
muere en la sartén,
sus diez camisitas
llorando se ven.
Ver, ver, ver,
cierra la puerta y ¡zas!
Una señorita
va por el mercado
con su cola verde
y el traje morado.
Va caminando por un caminito,
no tiene alas y va despacito.
Por un camino muy oscuro
va caminando un animal.
El nombre del bicho
ya te lo he dicho.