Somos tres patitos
que en el agua están,
nadando, jugando,
cantando: ¡cuá, cuá!
Comienzo con uno,
prosigo con uno,
termino con uno,
¿me conoce alguno?
La duración del Diluvio,
los ladrones de Alí Babá,
lo que se canta en el tute
¿el número lo sabes ya?
Bonita niña,
mitad de abril,
menos que Carmiña
y más que Valentín.
De tres sílabas que cuento
puedes una eliminar
y el todo no ha de cambiar.
Parece un reloj de arena
o eslabón de una cadena.
De dos nadas me formaron,
aunque bien valioso soy,
sin nacer en Inglaterra
entre los pares estoy.
Puesto de una manera,
soy un número par,
pero paso a los nones,
si la vuelta me das.
¿Qué cosa será aquella
que mirada del derecho
y mirada del revés
siempre un número es?
Yo no quiero que os canséis
y por eso recomiendo
que este acertijo miréis,
para suprimirle un perro
y su número obtendréis.
Empiezan con uno,
prosiguen con dos,
y el fin de la cuenta
la conoce Dios.
Conteste, don Serafín,
en prosa, en verso, o en ripio,
qué cosa tiene principio,
pero no tiene fin.
Sin mí no tendrías pan,
ni pasteles, ni empanada.
Nazco verde y estoy dorada
por los días de San Juan.
Verde me crié,
rubio me cortaron,
rojo me molieron,
blanco me amasaron.
Verde nací,
amarillo me cortaron,
en el molino me molieron
y blanco me amasaron.
No soy ave,
pero de mis huevos,
se hacen palomitas,
para los niños buenos.
Con el pelo rojo,
la cara amarilla
y llena de granos,
soy rico alimento
si estoy cocinado.
Los guisa antes tu madre,
porque son duros,
y se los come tu padre,
sin apuros.
Soy un viejo arrugadito,
que si me echan al agua,
me pongo gordito.
Paso las noches en agua,
para poder engordar,
me cuecen por la mañana
y si soy negro… ¡es fatal!
Si me miras del derecho,
me verás como animal,
mas si tú al revés me miras,
yo seré un vegetal.
En casa me ves pequeño,
en zorra siempre me ves,
pero al revés.
¿Qué es?
Zorra le dicen, ya ves,
aunque siempre del revés,
se lo come el japonés
y plato muy rico es.
¿Qué es?