Me lleváis,
me traéis,
y si sois nuevos
quizás me mordéis.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
Nuestra dueña nos coloca uno a cada lado, siempre pendientes, siempre colgados.
Colgada voy por delante y al hombre hago elegante.
Guardado en invierno, lo luzco en verano, es mi único traje en sitios de baño.
Redondito, redondón, no tiene tapa ni tapón.
Con dos patas encorvadas y dos amplios ventanales quitan sol o dan visión según sean sus cristales.
En tus manos estoy limpio, en tus ventanas me ensucio, si sucio, me ponen limpio, si limpio, me ponen sucio.
Juntos, en ovillo, duermen los mellizos; cuando se separan, estirados andan.