La cara que yo acaricio,
dejo de seda al momento,
porque ni un pelo se resiste
a mi marcha, ¡buen invento!
más adivinanzas de cosas de la casa...
Durante el verano escondido, en el invierno encendido.
Aunque soy iluminada siempre me tienen colgada.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
Aunque no hable, lo cuenta todo por cable.
Adivíname ésa.
Está hecha de metal, de madera o de cristal y golpes siempre recibe cuando la entrada prohíbe.
Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta.
¿Que le pones a una caja que la hace más ligera?
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.