Juntos, en ovillo,
duermen los mellizos;
cuando se separan,
estirados andan.
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Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Se pone para dormir, aunque no es un camisón, puede ser de lana, seda o algodón.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
Redondo, redondo, sin tapa, sin fondo.
Redondito, redondón, no tiene tapa ni tapón.
Tengo corazón sin ser persona, tengo bata sin ser mujer. y el hombre elegante me lleva delante.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
Me pones y me quitas, me tomas y me dejas, conmigo no tiritas y estoy hecho de madejas.
Vivo en el campo y en una ciudad grande, y soy chico pero me usan por igual, si dices mi nombre solo dirás la mitad.