Guardada en estrecha cárcel
por soldados de marfil,
está una roja culebra,
que es la madre del mentir.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Del nogal vengo, y en el cuello del hombre, me cuelgo.
Dicen que son de dos, pero siempre son de una.
No es reloj, pero hace TIC TAC, no usa pilas pero no para de andar...
Formamos, como soldados, en una fila y somos carniceros toda la vida
Dos hermanos sonrosados, juntos en silencio están, pero siempre necesitan separarse para hablar.
Juntos vienen, juntos van, uno va delante, otro va detrás.
Si los abro veo si los cierro sueño.
¿Qué planta será la que en el hombre está?
Al revolver una esquina me encontré con un convento, las monjas vestidas de blanco, la superiora en el centro, más arriba dos ventanas, más todavía un par de espejos y en lo más alto la plaza donde pasean los caballeros.
Porque no se caiga pagan, pero, si se cae, nadie se agacha a recogerlo.