Está hecha de metal,
de madera o de cristal
y golpes siempre recibe
cuando la entrada prohíbe.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
Sube llena, baja vacía, y si no se da prisa, la sopa se enfría,
Adivíname ésa.
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.
Es tu favorita cuando sientes frío; la encuentras escrita en el verso mío.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.