En el cielo soy de agua,
en la tierra soy de polvo,
en las iglesias de humo
y mancha blanca en los ojos.
más adivinanzas de la naturaleza...
En mí se mueren los ríos, y por mí los barcos van, muy breve es el nombre mío, tres letras tiene no más.
Lleva años en el mar y aún no sabe nadar.
Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.
Llevo, sin ser arlequín, de colores mi librea, yo salgo de tarde en tarde y espero siempre a que llueva.
Como una peonza da vueltas al sol, gira que gira, sin tener motor.
Nazco en lugares abruptos sin haber tenido padre y conforme voy muriendo va naciendo mi madre.
Alto, alto, como un pino, pesa menos que un comino.
No ves el sol, no ves la luna, y si está en el cielo no ves cosa alguna.
Cuatro puntos son y para distinguirlos necesitamos del sol.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.