Cuatro señoras
van para francia
ruedan y ruedan
y nunca se cansan
más adivinanzas de la ciudad y la calle...
Todos me pisan a mí, pero yo no piso a nadie; todos preguntan por mí, yo no pregunto por nadie.
Mido telas y estaturas, pero, a veces, en ciudades, sin humos y sin candelas, llevo gente en cantidades.
Ciudadano muy mirado, moderno camaleón, subido en tu árbol, cambias de color.
Vivo entre dos muros que no pueden verse y aunque no me doblo me dobla la gente.
El que la tenga que la atienda y si no lo mejor es que la venda.
Con sólo tres colores ordeno a cada uno. Si todos me respetan no habrá accidente alguno.
Tengo muchos pares, te los puedes probar, pero si te los llevas, tendrás que pagar.
Zapatos de goma, ojos de cristal, con una manguera lo alimentarás, dentro del garaje lo sueles guardar.
Un tipo de fino talle que con sólo tres colores ayuda a cruzar la calle a los niños y mayores.
Le hacen correr sus caballos y nunca le salen callos.