¿Qué se corta sin tijeras
y aunque a veces sube y sube
nunca usa la escalera?
Estando sano me cortan,
sin ser enfermo me curan
y en lonchas o pedacitos,
dicen que estoy exquisito.
Aunque me corten y corten
nunca me verás sangrar,
porque me han curado al frío
y metido en mucha sal.
Soy amarillo por dentro,
tengo blanco el cascarón,
y aquí me hizo famoso,
un tal Cristóbal Colón.
Es mi madre tartamuda,
y mi padre «cantaor»,
tengo blanco mi vestido,
amarillo el corazón.
De bello he de presumir:
soy blanco como la cal,
todos me saben abrir,
nadie me sabe cerrar.
Blanco es,
la gallina lo pone,
con aceite se fríe
y con pan se come.
Una cajita chiquita,
blanca como la cal:
todos la saben abrir,
nadie la sabe cerrar.
Vengo de padres cantores
aunque yo no soy cantor,
traigo los hábitos blancos
y amarillo el corazón.
Fríos, muy fríos estamos
y con nuestros sabores
a los niños animamos.
Blanca soy
y, como dice mi vecina,
útil siempre soy
en la cocina.
Somos blancos, larguiruchos,
nos fríen en las verbenas,
y dorados, calentitos,
nos comen nenes y nenas.
Con el dinero lo compro,
con los dedos lo deslío,
por la cara me lo como.
Blanca fue mi niñez,
morada mi mocedad,
negra y prieta mi vejez,
adivina qué será.
Negra por dentro,
negra por fuera,
es mi corazón
negra madera.