Aunque músculos no tengo,
los techos yo sostengo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Es tu favorita cuando sientes frío; la encuentras escrita en el verso mío.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
Al nacer fui maltratada, mi dueño me tiene amor, y aunque soy mujer honrada, me suele tener atada y con guardas mi señor.
No pienses que es una col, o que baila el chachachá; búscala sobre tu cama, que yo te la he dicho ya.
Chiquita como un ratón guarda la casa como un león
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?