¿Que le pones a una caja que la hace más ligera?
más adivinanzas de cosas de la casa...
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.
Adivíname ésa.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.
No pienses que es una col, o que baila el chachachá; búscala sobre tu cama, que yo te la he dicho ya.
Cuatro patas tiene, así como asiento; de ella me levanto y en ella me siento.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.