Me parezco a la serpiente
y en la serpiente estoy,
pon a trabajar tu mente
para decirme quién soy.

Dos son tres, tres son cuatro y cuatro son seis. ¿Qué son?

A la orilla del mar estoy, y sin mi no hay amor. Soy primera en el misterio y no existo en el dolor.

Sin ser el padre de Adán, principio y fin del alma he sido. En medio del mar y al final de la tierra, se escucha mi sonido.

¿Que es lo que se repite una vez cada minuto, dos veces cada momento y nunca en cien años?

Piensa y lo adivinarás: ¿qué tiene Adán delante que Eva tiene detrás?

Aunque diciendo mi nombre des tú casi un estornudo, hacha me tiene en su vientre pero mi sonido es mudo.

Casi la lleva al principio, pancarta en la mitad y amanecer ya muy al final.

Detrás de la i la encontrarás. Mueve las piernas y la bailarás.

Tengo forma de anillo, y soy la primera y la última en organillo.

No está nunca en la vereda, pero siempre está en la calle, nunca está con cerradura, pero siempre está con llave.