Una señorita
de carnes muy blandas,
que sin ser enferma
siempre está en la cama.
más adivinanzas de cosas de la casa...
De mi madre nací yo, sin fundamento de padre, y luego me he muerto yo y de mi nació mi madre.
¿Quién será la desvelada, lo puedes tú discurrir? día y noche está acostada y no se puede dormir.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.