Soy liso y llano en extremo,
y, aunque me falta la voz,
digo en su cara a cualquiera
la más leve imperfección;
contesto al que me pregunta
sin lisonja ni aflicción,
y si mala cara pone,
la misma le pongo yo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Lo usa el tendero para comer, lo lleva entero si sabes leer.
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.
Una caja en tu casa que te sube y que te baja.
Me compran para dormir y me encanta sacudir. ¿Qué soy?
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.