Mi casa llevo a cuestas,
tras de mí dejo un sendero,
soy lento de movimientos,
no le gusto al jardinero.

De frente miro al sol sin que me ciegue, más alto vuelo que ave alguna, símbolo soy de imperios y reyes y dos cabezas a veces me dibujan. ¿Quién soy?

Buscando bambú por la China anda, aunque está muy solo, siempre va en panda.

Volando en el aire, y besando las flores, se pasa su vida, de luz y colores.

Viste de chaleco blanco, y también de negro frac, es un ave que no vuela, pero nada. ¿Que será?

¿Quién hace su casa en la verde rama, y allí a sus hijos solicita y llama?

Cerca del polo, desnuda, sentada sobre una roca, suave, negra, bigotuda.

Larga y lisa, larga y lisa, llevo puesta una camisa, toda bordada, bordada, sin costura ni puntada.

Desde hace miles de años hemos transportado al hombre; ahora nos lleva escondidos en el motor de su coche.

Soy un animal patoso, y cuento con muchas patas; pero, en cambio, sólo tengo un pico y un par de alas.

Canto en la orilla, vivo en el agua, no soy pescado, ni soy cigarra.