Aunque músculos no tengo,
los techos yo sostengo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
Todos me buscan, para descansar, si ya te lo he dicho, no lo pienses más.
Me compran para dormir y me encanta sacudir. ¿Qué soy?
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Durante el verano escondido, en el invierno encendido.