Grandes patazas,
chicas manitas,
lindos colores
en mis alitas,
salto y no sé
dónde caeré.

Es que el pobre ve tan poco que tampoco mira ya, topa que topa que topa, con la topa lo hallarás.

Adivina quien yo soy: al ir parece que vengo, y al venir, es que me voy.

Alto, altanero, gran caballero, gorro de grana, capa dorada, espuelas de acero.

Soy un animal pequeño, piensa mi nombre un rato, porque agregando una «n» tendrás mi nombre en el acto.

Canta cuando amanece y vuelve a cantar cuando el día desaparece.

Lo rascaba llorando de la crin a la cola y en él se iba trotando por una loma.

Del fin del estanque vengo, para mirar a los niños, a los cuales entretengo, con saltos, juegos y brincos. ¿Quién soy?

Orejas largas, rabo cortito; corro y salto muy ligerito.

A la orilla de los ríos, croan sin meterse en líos, saltos dan, mas no son osos sino animales verdosos.

En el estanque me admiran, por mi elegancia y belleza tengo cuello largo y fino y muy bonita cabeza.