Soy como hierro labrado,
en el nombre, no en color,
es suavísimo mi olor,
con agua y sol me he criado,
asomado a un corredor.
más adivinanzas de flores...
Unas manchas encarnadas entre los trigales son notas coloradas que alegran a los zagales.
En el monte fue nacido lo que nunca fue sembrado; tiene las patitas verdes y el bonete colorado.
Soy como hierro labrado, en el nombre, no en color, es suavísimo mi olor, con agua y sol me he criado, asomado a un corredor.
Amarilla en el centro, blanca por fuera. Si fuera huevo, estaría en la nevera, pero como no lo soy aparezco en primavera.
Con mi cara roja, mi ojo negro y mi vestido verde el campo alegro.
De la mar salió mi nombre y tan desgraciada nací que huyendo de mi desgracia contra una garita di.
Una especie de corona de color que atrae a los visitantes a la flor.
Suele tenerla la rosa y también la tiene el pez, aunque no se parecen en nada, ¿sabes tú que puede ser?
Pura como el aire puro, perversa como un traidor, rojo es su color oscuro y su aroma embriagador.
Soy la flor del indeciso y del adivinador, todos me arrancan los pétalos: sí, no, sí no, sí, no.