Con «A» empieza mi nombre,
de las damas soy querido,
si me prenden voy seguro,
y, si me sueltan, perdido.
más adivinanzas de costura y plancha...
Te la digo, te la digo, te la vuelvo a repetir; te la digo veinte veces y no me la sabes decir.
Cuanto más largas más cortas, cuanto más cortas más largas.
Seguro que en tu casa está si no lo sabes no importa. Pero ¿qué cosa será que cuanto más larga más corta?
Cuando pasa ¡cómo pisa!, deja rasa la camisa.
De mi ojo cuelga un hilo largo, que une las telas y hace las prendas.
Una cosa que no es cosa y lo es.
Tan largo como un camino, proviene de vegetal, y a pesar de su extensión, en un cesto puede estar.
Pico sin tener enojos y, sin nacer, soy de corte, pero muchos, con arrojos, los dedos, viendo mi porte, me los meten por los ojos.
Dama da, dama deja, y no se queja de lo que deja.
Cuando me caliento hasta los talones aliso camisas y pantalones.