Vuela sin alas,
silba sin boca,
azota sin manos
y tú ni lo ves ni lo tocas.
más adivinanzas de la naturaleza...
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
Alas de mil colores y se pierden entre las flores.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Nazco en lugares abruptos sin haber tenido padre y conforme voy muriendo va naciendo mi madre.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Son mis colores tan brillantes que el cielo alegro en un instante.
En verano barbudo y en invierno desnudo, ¡esto es muy duro!
Soy una bola grandota, que gira constantemente, y que desea saber, dónde meter tanta gente. Si ya sabes quien soy yo eres muy inteligente.
Alto, alto, como un pino, pesa menos que un comino.
Cuatro puntos son y para distinguirlos necesitamos del sol.