Ahí vienen dos:
uno se moja
y el otro no.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Vivo en el campo y en una ciudad grande, y soy chico pero me usan por igual, si dices mi nombre solo dirás la mitad.
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
Tengo cinco habitaciones, en cada una un inquilino, en invierno cuando hace frío, están todos calentitos.
Una copa redonda y negra, boca arriba está vacía, boca abajo está llena.
Redondito, redondón, no tiene tapa ni tapón.
Redondo, redondo, sin tapa, sin fondo.
Tengo corazón sin ser persona, tengo bata sin ser mujer. y el hombre elegante me lleva delante.
Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
Ani lloró todo el día; perdió lo que más quería