adivinanzas para niños

Formamos, como soldados, en una fila
y somos carniceros toda la vida

 

más adivinanzas del cuerpo humano...

Aunque sepas ésto, mago no serás, si no sabes dónde, lo digerirás.

Unas son redondas, otras ovaladas, unas piensan mucho, otras casi nada.

¿Qué instrumento se puede escuchar, pero no se puede ver ni tocar?

Dos niñas asomaditas, cada una a su ventana, lo ven y lo cuentan todo, sin decir una palabra.

Al revolver una esquina me encontré con un convento, las monjas vestidas de blanco, la superiora en el centro, más arriba dos ventanas, más todavía un par de espejos y en lo más alto la plaza donde pasean los caballeros.

Cueva con treinta y dos machacantes que dispone de un solo habitante.

En un huerto no muy llano hay dos cristalinas fuentes, no está a gusto el hortelano, cuando crecen las corrientes.

Sólo tres letras tengo pero tu peso yo sostengo. Si me tratas con cuidado, te llevaré a cualquier lado.

Cinco hijitos tiene cada una y dan tortazos como ninguna.

En la jirafa descuella, bajo la barba del rey, lo tiene cualquier botella, la camisa o el jersey.