Estoy condenado
a un año y un día;
si esto es cada cuatro,
¿mi nombre, sabrías?
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Doce palomitas en un palomar, a la hora y a los cuartos salen a volar.
Cuando apenas he nacido, mi vida se acaba al punto; aunque no soy el primero, lo sigo por todo el mundo.
Somos doce hermanos y yo el más chiquito; cada cuatro años me crece el rabito.
Todos me esperan pero nunca llego, porque cuando llego yo desaparezco.
Juntos dos en un borrico, ambos andan a la par, doce leguas anda uno y una el otro nada más.
Fui y no soy, no soy y fui, mañana seré y hablan siempre de mí.
Estoy condenado a un año y un día; si esto es cada cuatro, ¿mi nombre, sabrías?
Dos hermanas en la plaza, ambas marchan a la par, si una da doce vueltas, la otra una, nada más.
Unas surgen con la luna, a otras las alumbra el sol, todas juegan al corro y todas hermanas son.
Brazos tengo desiguales y a mi ritmo se mueven los mortales.